Jaume Martinez
La presente exposición tiene como objetivo acercar el público hacia la Filosofía a través del dibujo. Cada uno de estos dibujos hace referencia a algún concepto filosófico, en ciertos casos, incluso puede que contengan varios de ellos. Todos los conceptos están extraídos de fragmentos de las grandes obras que la filosofía nos ofrece desde la antigüedad hasta la contemporaneidad, con autores clásicos como Platón o Aristóteles, pasando por ilustrados como Immanuel Kant hasta llegar a contemporáneos como Simone de Beauvoir, Michel Foucault o Jacques Rancière.
La exposición tiene como característica fundamental servir de herramienta reflexiva para pensar ideas filosóficas a través del dibujo, unos dibujos, dicho de paso, realizados a boli en folios Din-A4. La razón de ser de estas obras, es decir, su esencia, es acercar a las personas a las lecturas filosóficas a través de una representación visual, nada habitual, y que, seguramente, después de observar las obras y de leer sus reflexiones, no dejará indiferente a nadie, sea cual sea la postura crítica sobre la que uno se posicione.
Dicho esto, espero qué a través de esta exposición disfrute análogamente tanto del arte como de la filosofía.
Jaume Francesc Martínez Perez
La niña emancipada
Desde la lectura de El maestro ignorante de Rancière nace esta obra, que representa el efecto emancipatorio inexistente del que hoy en día adolece casi cualquier aula, de cualquier estado y de cualquier continente del mundo. He querido dibujar al profesor explicando su anti-emancipatoria clase de matemáticas con la tabla de multiplicar mientras se enfurece por el hecho de que sus alumnos no son capaces de seguirlo; mientras tanto, al otro lado del dibujo, vemos a una niña con la misma formación que el resto, pero forzando su propia inteligencia para escribir, en el único árbol que florece, la más que famosa fórmula de A. Einstein.
La muerte del andrógino
Esta obra representa la muerte del Andrógino en El banquete de Platón a través de las manos de Zeus, utilizando sus rayos como arma para desquebrajar el cuerpo mortal del Andrógino y dividirlo en dos. La obra muestra la desesperación, el dolor y la tristeza que sufrió el Andrógino en los instantes últimos de su separación. Aunque no deja de ser un dolor momentáneo y efímero que pronto dará lugar al entrelazamiento de todos los seres resultantes de las divisiones hombre-hombre, mujer-mujer y del Andrógino, para poder existir; todos ellos en su generalidad formaran la rica diversidad sexual que el ser humano tiene a día de hoy.
La belleza en la inmortalidad
Está obra está especialmente relacionada con en el discurso de Diotima en El banquete de Platón, a saber, con los diferentes modos de inmortalidad del ser humano en la antigua Grecia. El ser humano puede alcanzar la inmortalidad de dos maneras dependiendo de si son fecundos de cuerpo o de alma. La obra expone los modos que tienen las personas para alcanzar dicha inmortalidad, una es a través de la generación del cuerpo (aquí representada por una mujer embarazada y desnuda para reivindicar la poca relevancia que tenía la mujer en la sociedad griega) y la otra, por la lucha, la gloria o los honores del campo de batalla; de lo que se trata es de exponer como el ser humano puede llegar a través de la finitud a la infinitud: esta es la eterna belleza.
La absurda búsqueda de lo bello en sí
En esta obra se representa lo absurdo del diálogo de Hipias y Sócrates sobre su utópica búsqueda de lo bello como tal en el Hipias mayor de Platón. En la obra intentan saber si en un excremento podría existir lo bello en sí mismo, pero la búsqueda resulta infecunda, ya que buscar algo que sea bello como tal porque contiene lo que es bello en sí mismo es objetivamente imposible. Pues lo bello reside en todas partes y en ninguna, todo es bello y no lo es, todo puede llegar a ser bello y todo lo bello puede dejar de serlo, pues solo depende de una cosa, a saber: del que juzga la belleza contenida en cualquier ente, ya sea corpóreo o metafísico.
Hipocresía aristotélica
En esta obra se representa la frase que Aristóteles dedica a la obediencia aristocrática de la mujer hacia el hombre en el libro VIII de la Ética a Nicómaco. Esta era la realidad de la amistad griega y aristotélica hacia la mujer. Tenemos que decir abiertamente todo lo bueno que este genio, Aristóteles, nos dejó, y análogamente, los conceptos que hoy podemos considerar como negativos; por ejemplo, la amistad entre los hombres y sus mujeres, así como la amistad con los esclavos, ya que ambas eran vistas como una relación jerárquica en la que la amistad pura y virtuosa era literalmente imposible, a causa de la falta de igualdad necesaria para una reciprocidad plena entre individuos.
El naturalismo filosófico
Esta obra representa un conjunto de conceptos filosóficos, a saber, la emancipación de Rancière, la multiplicidad de sexos del mito del Andrógino, la supuesta amistad aristotélica respecto a la mujer y la inmortalidad por generación del discurso de Diotima. Así pues, esta obra representa las analogías que existen en la naturaleza con los citados conceptos filosóficos. Dicho esto, explicaremos estas analogías. La serpiente representa la emancipación, ya que está totalmente emancipada desde que nace por propia naturaleza; los caracoles representan la diversidad sexual, ya que son hermafroditas y tienen todos los sexos en uno; la pareja de pájaros y sus polluelos representan la inmortalidad por generación, ya que siempre vive una parte de nosotros en nuestra descendencia; el león y la leona representan la amistad aristotélica a lo que a la mujer se refiere, ya que para los que no eran considerados “iguales”, como es el caso de las mujeres y los esclavos, la ética aristotélica valía menos que nada.
La eterna minoría de edad
En la presente obra, se expone el concepto de la minoría de edad kantiana, que aparece en el texto "¿Qué es la ilustración?" de Kant. En ella se aprecia a un niño en un lujoso cojín ante la atenta mirada de los padres condicionadores de la época kantiana: la religión y el incipiente capitalismo. Ante ellos, el niño, que en realidad es un adulto, representa a los individuos en sociedad, a lo largo de la historia, que jamás se emancipan puesto que viven felices y sin preocupaciones bajo las reglas que les han sido impuestas y, que al final, acabarán siendo autoimpuestas por ellos mismos. Estos factores condicionantes del ser humano lo cuidarán con tanto mimo y cariño como sea necesario para que no pierda la dirección hacia la que desean que camine. Por tanto, el niño se convertirá en adulto, pero no intelectualmente; la época avanzará y cambiarán con ella los condicionantes, mas otros se mantendrán igual: Instagram, Facebook, el fascismo, el comunismo, el capitalismo, las religiones no importan: los condicionantes se adaptan en cada época para asegurarse que en cada momento de la historia sigamos eternamente en la minoría de edad.
¡Sapere aude!
La interrelación estética
Esta obra representa tanto la subjetividad como la intersubjetividad que definen cualitativamente al sentido estético, según Jèssica Jaques. Es decir, la subjetividad estética que todo ser individualmente tiene, después de producirse la síntesis empírica con el objeto, y la interrelación de esa síntesis cuando esa subjetividad es compartida, a saber, la intersubjetividad estética. En el dibujo se puede observar a diferentes razas, sexos y religiones, así como distintas edades entre los sujetos; con esto quiero expresar que cada persona, independientemente de todas las características que la definen, percibe el objeto de manera distinta; es por eso que también está la palabra "arte" escrita en cada idioma de los personajes, a saber, español, francés, chino, árabe y hebreo;, aunque la palabra significa lo mismo, se escriben de formas diferentes, de ahí la analogía con el sentido estético: todos lo percibimos, para todos es una síntesis de sensación y experiencia, pero el juicio que hacemos del mismo objeto puede ser totalmente distinto.
La vida de las mujeres importa
En esta obra se representa la lucha que las mujeres llevan librando por la igualdad de género desde hace mucho tiempo; en ella se observa una valquiria y, al fondo, detrás de la misma, la frase siguiente: las vidas de las mujeres importan. El hecho de dibujar a una valkiria se debe al carácter guerrero y de superación de la mujer en la lucha por sus derechos a lo largo de la historia, desde la antigüedad hasta el presente, pasando por iconos feministas como Olympe de Gouges, que es el referente de este dibujo. Por lo tanto, esta obra quiere mostrar el tiempo y la lucha que la mujer lleva librando por su igualdad, así como la relevancia que tienen dentro de la sociedad de la que forman parte intrínsecamente.
La amalgama surrealista
En este dibujo se muestra tanto al genio (concepto de la Crítica del juicio de Kant) como a su obra, y para ello se ha tomado como referente al gran pintor catalán Salvador Dalí. Inspirándome en la figura de Dalí, así como en sus obras, represento los conceptos kantianos de "genio" y de "idea estética". La similitud reside en que Dalí era un genio único en la pintura, y cuyas obras no podrán ser reemplazarlas por nadie, ya que la forma en que plasmaba el surrealismo en la pintura nació y murió con él; por otro lado, si nos referimos al concepto de idea estética, las obras de Dalí eran de esas obras en las que no puedes generar un concepto concreto, ya que de hacerlo seguramente caeremos en el error o en la falacia de creer saber lo que quería representar el autor.
Surrealismo ecléctico
Esta obra contiene diversos conceptos filosóficos: la minoría de edad kantiana, la liberación de la mujer, la idea estética kantiana y la fuerza estética. En la obra se puede observar a un niño-anciano, que tiene el cerebro en la barriga porque es incapaz de pensar por sí mismo debido a los condicio-nantes existentes en el mundo, mientras que la mujer, que tiene colas de serpiente en lugar de piernas, representa los años que se ha tenido que arrastrar por los lodos de la sumisión. No obstante consigue romper las cadenas de su subyugación mientras que, con un gesto de amor, cariño y compasión, levanta la cabeza de ese niño-anciano. Este, entre lágrimas, se siente invadido por la culpa de tantos años de opresión hacia lo que completaba su ser, es decir, a su madre, su esposa, sus hermanas y sus hijas; pero la mujer, en lugar de ira o resentimiento hacia el hombre, le alza la cabeza hacia la luz de las ideas para que vea la verdad de la tan necesaria igualdad de género en la época de Olympe de Gouges.
La inesgotabilidad conceptual
En esta obra he querido representar el concepto de inesgotabilidad que nos ofrece La obra maestra desconocida de Balzac. Para ello he realizado una obra que exprese y transmita esta inesgotabilidad, es decir, la infinita generación conceptual de una obra de arte. Aquí la vemos representada a través del surrealismo más absurdo, viendo que de un concepto se genera otro, y luego otro, y así sucesivamente, hasta llegar a generar todos los que seamos capaces de imaginar, pero en ningún momento llegaremos a agotar su generación, ya que esta, no conoce límite.
Transversalismo filosófico
Esta obra representa la transversalidad de algunos de los conceptos que aparecen en las obras de A puerta cerrada de Sartre, Heterotopías de Foucault, La obra maestra desconocida de Balzac y El segundo sexo de Simone de Beauvoir. Los conceptos escogidos son: el infierno son los demás, el contraespacio, la inesgotabilidad y el feminismo de la equidad. La obra es demasiado compleja como para argumentarla y exponer las interrelaciones que la componen en unas pocas líneas; así que prefiero dejar que sea la persona que la observe quien reflexione sobre los conceptos y sobre la manera en que están representados y relacionados en la obra.